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Restaurante de Susi Díaz, gran cocinera que realiza unos platos ricos en citricos y hierbas aromáticas. Lugar totalmente acogedor con un ambiente muy acorde a lo que íbamos a degustar. El trato fue cordial, muy profesional y agradable.  Entre elegir su carta o el menu, decidimos coger el segundo, de nombre tentaciones.  El vino blanco recomendado fue un Shaya, verdejo monovarietal de gran calidad. Este nos permitió saborear de una gran variedad de platos los cuales nos sorprendieron a cada momento. Ninguno de ellos se libro de una excelente presentación así como de un soberbio sabor. Como entrante unas almendras con distintos matices muy bien logrados. Unos crujientes de mar de gran sabor. Etéreo de manchengo. Este plato nos sorprendió muchísimo. Es bombón de aceituna verde y esponja de queso, el cual se disolvió en el paladar nada más entrar en contacto. Impresionante explosión. Opera de foie. Impresindible en cualquier buena cena.  Guisantes con yema de codorni