Belvedere (Benidorm)

De la mano de Kiko Lázaro en la planta 21 en el hotel Madeira. 

Kiko, natural de Ayora (Valencia) pero con antecedentes de La Mancha (Almansa). Joven promesa de cocineros alicantinos formado en la escuela de hostelería de Cheste (Valencia). Demuestra un gran entendido en los platos de fusión, logrando hacer combinaciones muy exitosas. 

Un restaurante en el que a parte de sus platos está ubicado de una forma muy notaria en la planta 21 del hotel Madeira. Gracias a sus amplios ventanales que recorren todo su perímetro, todas las mesas del espacio gozan de visibilidad al mar así como de gran parte de Benidorm.

Coca de caballa adobada con requeson y frambuesa.

Todo el frescor del mar en un bocado con un toque suave que lo hace irresistible.

Toro de atún rojo sobre yema en salazón tempurizada.

Buena materia que al probar este plato reconoces. Muy rico.

Pargo curado animado con salmorreta, polvo de ñora y galleta almendra.

Repetimos bocado con un agradable sabor y una combinación muy elaborada.

Lo maridaremos con este tempranillo de Rioja. Inconsciente, vino blanco intenso y fresco en nariz. Goloso y con acidez equilibrada con notas de gusto a frutas.

Sama a la brasa, calamar salmuera con limon

Pescado similar al pagel que combina con salmuera de calamar (salmuera es el proceso donde metes el producto en agua con sal para mejorar el sabor del producto) el cual rebosando de sabor. La Sama como ingrediente principal en su jugo y bien realizada.

Arroz con sepia y pepino.

Uno de nuestros favoritos. Deliciosa combinación llevada a cabo. Guau fue nuestra primera impresión al probarlo.

Quisquilla de Santa Pola con gazpachuelo frío de arroz y melón.

Llevando los ingredientes que lo convierten en algo sabroso y fresco para cualquier momento.

Arroz de boquerones, piel de vaca.

No podia faltar con una perfecta elaboración y un toque salado que aumenta genialmente su sabor.

Bollo ahumado relleno de lengua de ternera y gamba arrocera.

Bajo una gran presentación, el bollo con una apuesta arriesgada con casquería pero  con un carpacio de gamba que lo corona.

All y pebre de oreja y hierbas.

Con una salsa típica valenciana otorgando un sabor bastante fuerte que elimina anteriores preparándonos para lo que estaba por llegar.

Croqueta de guiso de conejo y huevas.

Una explosión de sabor muy agradable y espectacular.

Ventresca de cordero de Sierra Aitana, Topinambur y ostras.

Una combinación de sabores acompañado con una hortaliza con muchas ventajas. Buen plato con sabores muy perplejos para sorprendernos.

Sorbete de almendras, miel de codium y alga escarchada.

Fresco que consigue limpiar el paladar pero demasiado dulce que terminaba por agobiar un poco.

Pera asada con merengue y citricos.

Aún continúa siendo muy dulce pero gran sabor con los citricos que lo salva.

Detalle unos macarrons y yemas para finalizar esta gran velada.

Como hincapié señalar que había momentos que algunos platos te los servían de tres en tres. Terminando fases de sabores de una tirada. Aunque el servicio tiene que estar más pendiente es muy recomendable que se sirvan de uno en uno. Merece la pena la espera para poder valorar más los sabores los cuales estaban tan bien elaborados.

El resto el servicio bien y la cocina sobresaliente. La estancia espectacular.